La mitad de los jóvenes está en riesgo de sufrir pérdida auditiva
Según se desprende de diferentes comunicados de la OMS -Organización Mundial de la Salud- más de la mitad de los jóvenes, entre los 12 y los 35 años, están en riesgo de sufrir pérdida auditiva motivada por el empleo de reproductores musicales personales.
Control a la hora de usar los cascos musicales
Desde hace tiempo venimos alertando del verdadero peligro que tiene la intensidad sonora en nuestra audición. Escuchar sonidos a un alto volumen, y durante mucho tiempo de exposición, es malo para nuestra salud auditiva. El problema es que el daño que se produce no es inmediato sino que aparece a medio y largo plazo en forma de pérdida auditiva.
Teniendo en cuenta que en la actualidad todas las personas disponen de un reproductor musical personal en su smartphone o teléfono debemos alertar a la población acerca de los riesgos que esto implica, especialmente a los más vulnerables, los niños y jóvenes. Y esto es así porque ya sabemos que un niño recibe su primer teléfono a la edad media de los 9-10 años por lo que su conocimiento sobre los riesgos es mínimo.
La exposición a la música a través de los cascos debe estar controlada o supervisada por los padres o tutores. Siempre debe realizarse a un volumen controlado, supervisado, y además las exposiciones no deben ser prolongadas.
Al contrario de lo que se puede pensar la pérdida auditiva aparece cada vez a una edad más temprana. Esto es así porque vivimos en una sociedad en la que el ruido forma parte de nuestro día a día. Desde que nos levantamos hasta que volvemos a casa por la noche estamos sometidos a la dictadura del ruido. Tráfico, maquinaria y equipos, alarmas sonoras, motores, música y ocio, deportes,... cualquier actividad que nos imaginemos suele implicar ruido.
Protegernos del ruido es la mejor manera de cuidar nuestra audición y esto solo lo podemor hacer de dos modos, evitando los ambientes sonoros o protegiendo nuestros oídos con protectores adaptados contra el ruido.